- Año: 2010
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Fotógrafo:Nicolas Rupcich
Texto por Emilio Marín.
La casa se ubica en el valle central de Chile, al Sur de Santiago, a una hora de viaje en automóvil desde la capital. El terreno donde se emplaza la obra, se encuentra dentro de un condominio que colinda con una parcela destinada al cultivo de hortalizas. La familia propietaria de la vivienda tiene una vida social muy activa, tanto en su núcleo familiar como con sus amigos más cercanos, por lo cual los espacios para desarrollar esta actividad son de gran tamaño, como el living, comedor, cocina, el altillo y la terraza exterior. Todos estos espacios se conectan visual y espacialmente, como si fueran un solo gran espacio de expansión social. Cocina, living, estar y terraza en verano, pueden transformarse en un solo gran espacio de reunión, las puertas y ventanas correderas, se abren para permitir la conexión del espacio interior y el espacio exterior.
Al contrario, en forma paralela, los recintos privados se aíslan de los espacios de actividad social, siempre antecedidos por un espacio intermedio antes de ingresar a los dormitorios. Cada uno funciona como una célula independiente dentro del esquema de la vivienda. Así las actividades públicas y privadas se pueden desarrollar sin problemas dentro de un mismo lugar.
Los dos ámbitos, el social y el privado, comparten el mismo techo de altura variable. En el gran espacio vertical del dormitorio principal se puede vivir la magnitud de la casa, esta situación se vuelve a repetir en la cocina, en el estar y en el altillo, pero siempre con una perspectiva diferente, tanto de la vida interior, como de la extensión del campo.
