Emplazamiento
El nuevo Centro Sociosanitario Casablanca se ubica en una prolongación del Paseo Torroja, en el solar que hoy ocupa el antiguo Hospital de la Mare de Déu de la Salut. Situado en una elevación sobre Tarragona, con vistas al mar y aislado del centro neurálgico de la ciudad, el lugar siempre ha sido un punto de referencia visual desde que era el baluarte de San Jerónimo en el siglo XVIII. El lugar, rodeado de vegetación y flanqueado por dos de sus lados por unos acantilados abruptos, ofrece un entorno natural situado a menos de 500m del centro histórico de Tarragona.
El nuevo Centro Casablanca se orienta a la larga estadía sanitaria de perfil más social y a los usuarios con grados de dependencia que requieren de una atención extensa y generalizada. Dispondrá de un centro de día para usuarios con dependencia física o sensorial y un área de neurorehabilitación ambulatoria para pacientes en fase post aguda afectados por una lesión medular o un traumatismo craneoencefálico.
Ubicación e implantación
Orientación:
El solar se encuentra ubicado en el extremo de una montaña. Por su localización se abre a todas las orientaciones y vistas. La propuesta, aprovecha esta situación geográfica abriendo el edificio a las diferentes vistas y orientando principalmente las áreas de internamiento y comunes hacia la orientación sur con vistas al mar.
Niveles: El nuevo edificio se apoya en las mismas cotas de acceso que el actual, (74.00 y 70.00) y aprovecha los desniveles naturales del terreno para la organización por plantas y la organización de patios y terrazas.
Accesos: El acceso al solar se produce por una vía vehicular y peatonal desde el Paseo de Torroja. Este acceso también es utilizado por el Patronato de Turismo de la Diputación de Tarragona, situado en el solar adjunto. La propuesta da solución tanto al acceso al Centro como a las necesidades de Aparcamiento para al personal y usuarios, al Patronato de Turismo y al polideportivo que se encuentra en el Paseo de Torroja.
Las murallas y estructuras preexistentes.
El edificio se acopla formalmente a las antiguas murallas, sigue su alineación principal, y respeta con su envolvente los colores del entorno natural. Se mantienen los restos arqueológicos existentes y se prevé la incorporación de las que puedan ir apareciendo durante el proceso constructivo.
El edificio
Se trata de un edificio de una volumetría simple ya la vez contundente formada por dos cuerpos en forma de “V”, con un cuerpo central a modo de nexo de unión. Las alineaciones de los cuerpos responden a dos direcciones: la de la muralla principal, a Sur, y la de la calle de acceso.
La propuesta persigue un edificio que sea percibido claramente desde la ciudad y la costa, como símbolo. Para ello se apuesta por una forma que se acopla a la presencia imponente de las murallas, le dan continuidad y a la vez un final.
La volumetría del proyecto sigue dos direcciones (la calle de entrada al hospital y la muralla del antiguo baluarte) de manera que se articula en un diálogo urbano entre la trama intramuros de la Tarragona romana y la dirección de la nueva urbanización que se extiende a cotas más bajas.
El edificio se asienta sobre las terrazas naturales del terreno en un juego de llenos y vacios que da cualidades y vistas al espacio interior ordenando especializado los espacios exteriores delimitados entre las murallas y la nueva edificación.
Asumiendo su posición privilegiada del edificio busca una imagen emblemática que se convierta en un referente para la zona. Un volumen de geometría simple apoyado en las murallas y mirando hacia la ciudad y el mar. Se minimiza el impacto en altura del edificio buscando siempre una proporción amable
Una premisa del proyecto es que todas las habitaciones se orientan al sur o sureste de modo que disfruten de luz natural y vistas hacia el mar
Entre las dos V queda el corazón del edificio. Un vestíbulo a triple altura organiza y comunica las diferentes partes del programa. El resultado es un edificio intuitivo donde es fácil orientarse y siempre se mantiene una referencia visual con el exterior.
La propia forma del proyecto permite una flexibilidad en el uso de los espacios donde cada una de las cuatro patas que salen del espacio central puede funcionar autónomamente.
Los espacios exteriores
El espacio exterior en este edificio es entendido desde el entorno inmediato, con la creación de patios y terrazas así como el entorno geográfico que le rodea que se introduce visualmente en el interior en todo el edificio, a través de amplios cerramientos vidriados. En el área de aparcamiento se propone unas plataformas escalonadas adaptándose a la topografía natural del terreno. Se prevé también la urbanización y ampliación de la calle de acceso.