Descripción enviada por el equipo del proyecto. A continuación la memoria, por los arquitectos.
El Colegio Carolina Llona es uno de los más grandes del país llegando a tener unos 7.000 alumnos.
El local del establecimiento es el producto de sucesivas edificaciones, ampliaciones y transformaciones que han dado como resultado un conjunto desordenado. Esta oficina ha asumido la tarea de reorganización del establecimiento, junto a labores de recuperación de edificios dañados por el terremoto último y demolición de unidades provisorias conservadas a pesar de su mala calidad y estado ruinoso.
El casino es el edificio emblema de esta operación de ordenamiento y nueva imagen del colegio.
Una bóveda cubre el conjunto, soportada por una estructura regular de marcos de madera laminada. Al eje de la bóveda se dispuso una claraboya con luz cenital para iluminar el tramo más lejano de los vanos.
El espacio así cubierto se dividió en dos tramos desiguales a lo largo de la bóveda: el mayor, destinado a comedores y el menor, como gran patio cubierto abierto hacia el patio de juegos exterior. Ambos espacios se complementan con un sistema de grandes puertas de correderas dando origen a un espacio múltiple apto para ceremonias y eventos masivos.
Al extremo sur de los comedores, se ubicó un pabellón anexo con cocinas y servicios, vinculado a la circulación vehicular al costado poniente.
Los materiales preponderantes son la madera laminada de las estructuras y sus herrajes complementarios, la madera en placas contraplacadas barnizadas en tabiques y cubiertas, y el metal en planchas de largo total en las cubiertas. Los pisos son de baldosa microvibrada como continuación de la existente en los patios adyacentes.