- Área: 2078 m²
- Año: 2011
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Fotografías:Jordi Bernadó
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Casal de la Ciudad en Balaguer lapallavacara forma parte de la regeneración de un patrimonio de interés nacional y la integración y valorización de este por la propia ciudad, consolidándose como referente social, urbano y cívico y articulando el tejido social. El nuevo equipamiento funciona como hotel de entidades, que acoge e impulsa las iniciativas relacionadas con las dinámicas asociativas, sociales, culturales y lúdicas de la ciudad, devolviendo la centralidad al Centro Histórico.
El solar se encuentra en el centro de la ciudad y ocupa la anchura de siete casas. Dos de las fachadas se mantienen, ya que son Bienes Culturales de Interés Local, integrándose en la propuesta compositiva. La solución compositiva de la fachada principal insinúa la antigua parcelación existente. En la fachada posterior el criterio compositivo es más libre, ya que mira hacia una zona renovada por la intervención que se está desarrollando con la “Ley de Barrios”. La fachada dispones de huecos verticales, como las tipologías de abertura en cascos antiguos, pero con agujeros que se contraen en la parte central y se dilatan a medida que se acercan a los edificios vecinos. Un patio público exterior, situado en uno de los extremos, en la parcela anteriormente ocupada por una vivienda, abre un pasaje que atraviesa el edificio, permitiendo tomar un descanso, entrar directamente a las diferentes plantas del edificio o tomar un atajo.
El programa funcional se reparte en todas las plantes, generando circulaciones desde y hacia todos los espacio. La escalera de chapa doblada escala todo el edificio, desplegándose hacia diferentes costados en cada planta, forzando las visuales y generando vistas inesperadas. El volumen comprendido por la planta baja y el entresuelo acoge la sala polivalente, ocupando el desnivel topográfico de unos 5,50m.
Las plantas primera y segunda, unidas por un gran doble espacio central, se compartimentan en diversas salas, algunas con uso fijo y otras con un uso cambiante en función de las necesidades y las actividades demandadas por los balaguerinos. Los espacios de circulación abandonan su uso secundario para convertirse en puntos de encuentro. En la cubierta, un bar abierto hacia una gran terraza con una singular topografía formada por unos lucernarios, regala unas impresionantes vistas hacia la Iglesia de Santa María del Mar y los tejados de Balaguer.
La búsqueda de espacios polivalentes es una constante tanto a lo largo de la redacción del proyecto como su ejecución, buscando el mejor edificio, el que de la mejor solución a la ciudad.