El proyecto hotelero se convirtió rápidamente en un pequeño encargo urbano: un asentamiento humano en el cual se combina el entorno natural, comercio, educación, política y cultura. Para lograr estos objetivos se optó por una estrategia donde cada componente del proyecto juega un rol esencial en la definición del total: Las piezas se convierten en techos, el techo es una plaza, la plaza es una ventana, la ventana a es una fachada y la fachada es paisaje.
El edificio consiste en un hotel de baja altura y un complejo recreacional con las medidas de 32,7m x 144,8 m. Esparcidos sobre tres niveles y enterrado parcialmente en la pendiente, pareciera que flota sobre el contorno del paisaje. Orientado hacia el oeste y paralelo a la pendiente, las vistas se dirigen hacia el Salar de Atacama. La temática principal del proyecto es generar espacios de transición entre el interior y exterior, reduciendo los requerimientos energéticos y ofreciendo una variedad de situaciones diferentes.
Se dividió el programa de la residencia en dos secciones horizontales: La zona superior dedicada a las habitaciones de los huéspedes, y la zona inferior donde se encuentras las áreas comunes. Para limitar el impacto de las operaciones en el sitio, el sistema de piezas toma lugar en la meseta más alta, tomando ventaja de los diferentes niveles del terreno, protegiendo y definiendo los espacios ubicados más abajo.
Las habitaciones están distribuidas en tres niveles: la mayoría de las suites están ubicadas en el segundo nivel, con accesos directos y control de seguridad desde y hacia el campus. Este nivel está conectado internamente con las áreas comunes inferiores, como también con los otros dos niveles de dormitorios. Todas las habitaciones priorizan las vistas hacia el exterior como también las conexiones hacia el este y oeste de la plaza, cuya geometría genera terrazas semi-privadas y áreas colectivas para sociabilizar.
El edificio es concebido como un esqueleto de acero con columnas, armadura de acero, relleno ligero y forjados de acero. La construcción de acero permite un alto grado de prefabricación y por lo tanto la reducción del tiempo de construcción en el sitio, optimizado el peso de la estructura del edificio y convirtiéndola en una estructura más dúctil de modo que puede responder bien a las altas cargas sísmicas.
Vía: bustler.net