Arquitecto: Juan Francisco Inostroza Llauca Ubicación: Sector Piedras Blancas, Comuna de Maule, Chile Materialidad: Madera, Bins, Acero, Piedra Función: Aparcador de bicicletas Superficie: Cubierta 36m2 / Terraza 108 m2 Costo de la Obra: 2.747.000 pesos chilenos Financiamiento: Municipal, Privado y Donaciones Proceso de Diseño: Mayo – Diciembre 2009 Proceso de Construcción: Abril – Mayo 2011 Fecha de Entrega: 05 de Mayo 2011 Fotografías: Cortesía de Juan Francisco Inostroza
Introducción
Como parte del proceso de titulación de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Talca se presenta la oportunidad de ejecutar una obra de arquitectura que como premisa primera busca “llevar arquitectura donde no la hay”, entendiendo esto, como un (auto) encargo que busque solucionar ciertas problemáticas no siempre atendidas en otras circunstancias.
Dicho proceso de estudio, conlleva darse un espacio que permita generar ciertos diálogos sobre temas que al parecer no siempre están en las prioridades social-económicas del estado.
Es así como aparecen las construcciones “a orilla de” en el paisaje rural. Siempre han llamado profundamente mi atención aquellas construcciones anónimas, que establecen una continuidad con su entorno y que generalmente responden a una necesidad inmediata. Son cuerpos donde el territorio se adhiere a través de su materialidad y son capaces de evocar una memoria cuya superficie da cuenta del paso del tiempo.
Habitar en Extensión Relación entre territorio, producción y habitar
“El paisaje existe en la medida que alguien lo mira y lo interpreta para desarrollar un propósito (económico, estético, lúdico, etc.)” dice Enric Tello ((TELLO, Enric “La formación histórica de los paisajes agrarios mediterráneos: una aproximación coevolutiva*. HISTORIA AGRARIA · nº 19 · 1999 · pp. 196 · SEHA.)) entendiendo esto como la capacidad humana para interactuar con el entorno inmediato, es el trabajo humano el que crea los paisajes. Sin intervención antrópica ni fines humanos no habría paisajes. Sólo ecosistemas.
El territorio del valle central obedece fundamentalmente al hecho físico de habitar y construir en medio de la producción agrícola, por lo tanto existe un vínculo intrínseco e ineludible entre materia productiva y los cuerpos que ésta construye sobre el territorio.
Según texturing* ((ARIZTIA, Dafne; TRONCOSO, Alejandra. Extracto de Texturing, Tesis de Investigación, Escuela de Arquitectura, Universidad de Talca, año 2005.)) (2005) podríamos clasificar la relación habitar-construir en tres grandes escalas: los paños cultivados, los contenedores productivos y la habitación.
La primera que habla de los Paños de Cultivo, en referencia a la materia conformada por los cuerpos orgánicos extendidos en el paisaje (Viñas, Mantos de ají, Cultivo de Hortalizas, etc.).
La segunda a los Contenedores Productivos en referencia a los elementos donde la producción será contenida (Galpones, Silos, Bins, etc.)
Y por último a la escala de la Habitación o Habitabilidad, entendida como los cuerpos menores donde la materia productiva es instalada en techos, aleros, muros, suelos y patios, entregándole una condición a la “materia” de “material constructivo”.
Habitar en extensión significa entender esta inter-relación de escalas, desde la materia productiva a la habitabilidad, el principal referente de un modo de hacer arquitectura local en el valle. Es esta funcionalidad la que caracteriza la manera “de ser” o “estar” de las construcciones en el valle.
Ubicación Lugar en el entorno rural
Para poder generar una aproximación al concepto de lugar en el entorno rural. Lo primero seria definir el significado de rural. Según la RAE ((RAE: Real Academia de la Lengua Española.)) significa: “Perteneciente o relativo a la vida del campo y a sus labores” Según José Bengoa, historiador y antropólogo chileno, la agricultura chilena, por su carácter hacendal, construyo un paisaje característico: “Asentamientos dispersos en el interior de las haciendas, organizado de diversos modos en torno al sistema de casas y bodegas centrales de explotación; asentamientos dispersos en las áreas de pequeñas propiedades y campesinado independiente organizados de diversos modos también en torno a pueblos y calles largas de quintas, que servían de lugares de sociabilidad (cantinas, bares, iglesia, etc.), servicios para la agricultura (artesanos, herreros, carpinteros, etc.), compra de consumos y venta de productos. En definitiva, lo que ha caracterizado al asentamiento agrícola y rural del valle central ha sido su dispersión.” ((BENGOA, José (1987) “Pobladores rurales y vivienda rural” EURE, Volumen 13-14 n° 39-40, pp. 35-42. Santiago.))
Esta tipología de vida, contribuye a que el individuo manifieste un sentido de permanencia, identificándose con un área que interpretan como propia y por lo mismo generan en sí, un sentido de protección y cuidado de agentes externos. Identidad, forma y función podría resumir las condiciones con las cuales debería contar un lugar.
Ubicación Habitar a Orilla de Camino
En la búsqueda de situaciones que denoten algún tipo de apropiación a modo de orilla de camino, aparece el sector de Piedras Blancas, 7 km. al sur de Talca y ubicada en la comuna de Maule. El sector de “Piedras Blancas” está compuesto por parcelas de agrado, algunas bodegas de guarda y de acopio y un conjunto vecinal ubicado al poniente de la línea férrea (Sector Tres Monte y Unihue).
Existe un camino de índole vecinal que vincula al sector con la carretera 5 sur y es ocupado diariamente por los habitantes del conjunto de viviendas mencionado, los cuales deben desplazarse diariamente en bicicleta o coches (en el caso de las madres) hasta la carretera para hacer transbordo con la locomoción interregional.
Del dueño del predio cercano a la carretera, nace la inquietud de generar un lugar donde guardar las bicicletas y coches, que actualmente son dejados a orilla de camino escondidos entre los arbustos, aparece entonces la posibilidad de configurar un “mobiliario rural”, un punto que responda a la necesidad mencionada, en definitiva una “plaza de paso”.
Es esencial construir un espacio funcional, que responda a la necesidad de guarda (lo que se pide), pero sobretodo que dé cabida al “estar de paso” (lo que se obsequia). Se necesita un volumen de guarda para 8 bicicletas y 4 coches, y desde la necesidad, se obsequia un lugar de sombra y abrigo.
Referentes Situarse desde la Materia
…”La materia como una piel que envuelve el vacío; ella puede ser luz, pero también puede ser piedra. En este sentido, “La materia, en sí misma, no tiene condición, toma valor y le imprime carácter a la obra cuando está al servicio de una idea”. ((ZEGERS GARCIA, Cazú. (1984). “La ética de los materiales”. ARQ 39 La materia en arquitectura. Editorial ARQ, Santiago.))
En la búsqueda de un material apropiado para construir el proyecto, aparecen los bins apilados a lado de las carreteras. La presencia de estos elementos en sumatoria, ajenos al lugar, pero a la vez tan propios, son capaces arman una imagen del paisaje en el valle.
Pero…¿Cómo se construye un “cuerpo” de materia apilada que pretende ser mobiliario? El asunto pareciera ser el entender estos “cuerpos de materia apilada” como elementos con aire, quizás disponer estos elementos en otra posición o quitar algunas caras, trabajar el modulo y lo que este puede entregar.
El bins como modulo de diseño, está compuesto en su base por 2 cuartones de 4×4″ y 1 de 3×4″ más 10 tablas de 1×4″; en los costados 4 tablas de 1×8″ y 12 tablas de 1×6″, para estabilizar se disponen 4 cuartones de 4×4″ cortados en la mitad a modo de pieza triangular, que arman un cajón cuadrado de 1.20 metros de arista por 0.70 de altura.
Proceso Mobiliario Rural
Para situarse en el lugar, lo primero es reconocer los elementos existentes: una hilera de Liquidámbar paralelo al camino vecinal, un canal que marca el límite posterior del terreno, un Sauce y un Espino. Se define el trazado de una plataforma de 12mx12m que conecta al camino vecinal con el “mobiliario”, pero a su vez vincula los elementos existentes integrándolos al proyecto.
“El uso de lo necesario, donde incluso se utilizan materiales de desecho, que se reciclan, se giran y vuelven a tener un sentido y un valor”. ((ARIZTIA, Dafne; TRONCOSO, Alejandra. Extracto de Texturing, Tesis de Investigación, Escuela de Arquitectura, Universidad de Talca, año 2005, 5, pp5.))
Las elevaciones permiten apreciar los elementos anteriormente mencionados (plataforma, mueble y cubierta). La plataforma soporta las circulaciones de las personas, pero a la vez, procura entregar una cierta permanencia y maneras de estar: mirando hacia la calle, hacia el canal o debajo de un sauce. El mueble se dispone paralelo al camino rememorando la imagen de los cajones de bins apilados y por último, el espacio cubierto, cuyo sistema evoca a los paños de cultivos, tanto en su tenso-estructura, como en su composición de manto (orgánico) que tamiza la luz.
Proceso Mobiliario Rural
El utilitarismo de las cosas, dar un nuevo uso a lo existente, recoger la manera constructiva que se observa en el cotidiano, la obra habla del lugar donde se emplaza y se transforma en parte de su paisaje.
Y así como dice Peter Zumthor:
“…la presencia de determinados edificios tiene, para mí, algo secreto. Parecen simplemente estar ahí. No se les depara ninguna atención especial, pero sin ellos es casi imposible imaginarse el lugar donde se erigen. Estos edificios parecen estar fuertemente enraizados en el suelo. Dan la impresión de ser una parte natural de su entorno, y parecen decir: ” Soy como tú me ves, y pertenezco a este lugar”. ((ZUMTHOR, Peter. Extracto de “Pensar la arquitectura”, editorial Gustavo Gili, Barcelona, 2004.))
Conclusión
Durante cada una de las etapas que hicieron posible la ejecución del proyecto, fue necesario mantener una visión crítica de cada decisión que repercutió en la concepción y la forma final del proyecto. Lo anterior se logra manteniendo ciertos “lineamiento ineludibles” para con la obra, aquellas premisas encontradas y declaradas a lo largo de la investigación. Entre ellas se rescatan las siguientes:
“Llevar arquitectura donde no la hay”; sin pretensiones egocéntricas, sino todo lo contrario, como la posibilidad de configurar una idea (obra) en un lugar, que sin el ejercicio de titulación, no hubiera sido atendida.
“Hacer aparecer un acto silencioso”; la investigación permitió encontrar un suceso, que al parecer, es bastante común en el entorno rural, como es la situación de aparcar bicicletas al borde de un camino vecinal, pero que no siempre logran configurar un lugar, por lo que pasan desapercibidas.
“Sumarse al lugar, no ir contra el”; el proyecto se construye “desde el lugar”, por ejemplo, tomando los cajones de bins apilados al borde del camino, dándole un nuevo significado a esta materia productiva, al construir un aparcador de bicicletas o más bien, una plaza de paso y “para el lugar” lo que implica integrar los elementos existentes en el contexto inmediato, como un sauce y su sombra.
En definitiva, el proyecto de titulo logra principalmente reconocer ciertas coordenadas que permitan armar una imagen constructiva del territorio, pero el ejercicio que conlleva dicha tarea es aquel que entrega las herramientas necesarias para insertarnos en la futura labor de arquitecto.
Bibliografía
1_ ARIZTIA, Dafne; TRONCOSO, Alejandra. (2005). “Texturing”. Investigación 5, Escuela de Arquitectura Universidad de Talca. Talca.
2_ AUGÉ Marc. (1996). “Los no-lugares, espacios del anonimato”. Ed. Gedisa, Barcelona.
3_ BENGOA, José (1987) “Pobladores rurales y vivienda rural”. EURE, Volumen 13-14 n° 39-40, Santiago.
4_ BORJA, Jordi (1998) “Ciudadanía y espacio público” En: Ciutat real, ciutat ideal. Significado y función en el espacio urbano moderno. Barcelona.
5_ ICOMOS. (1999). “Carta del patrimonio Vernáculo construido”. México.
6_ NEUFERT, Ernst. (1995). “El arte de proyectar en arquitectura”. Editorial Gustavo Gili, Barcelona.
7_ TELLO, Enric. (1999). “La formación histórica de los paisajes agrarios mediterráneos: una aproximación coevolutiva”. HISTORIA AGRARIA Nº 19.
8_ TILLERIA, Jocelyn. (2010) Articulo “La arquitectura sin arquitectos, algunas reflexiones sobre arquitectura vernácula”. Revista AUS n°8. Valdivia.
9_ ZEGERS GARCIA, Cazú. (1984). “La ética de los materiales”. ARQ 39 La materia en arquitectura. Editorial ARQ, Santiago.
10_ ZUMTHOR, Peter. (2004). “Pensar la arquitectura”. Editorial Gustavo Gili, Barcelona.