La original propuesta del estudio danés BIG fue seleccionado como uno de los tres finalistas en el Concurso Internacional para diseñar el nuevo St. Petersbourg Pier. El proyecto intenta conectar el mar con la ciudad haciendo un especial énfasis en la interacción directa entre el usuario y la obra por medio del contacto físico y la cercanía. El diseño se divide en tres partes principales; un parque, un paseo y “La Ola”, el elemento icónico de la propuesta. Una amplia variedad de programas incluyen museos, miradores, zonas lúdicas y áreas verdes.
El equipo de diseño comienza la propuesta sobre la idea de encontrar una manera de promover el turismo sin ignorar a los ciudadanos de Sr. Petersbourg, esta propuesta debiera celebrar la intensa conexión entre la ciudad y el agua, permitiendo una interacción física. A la vez se hace un paralelo entre el flujo del agua y el flujo de las personas, en el sentido de que se trata de una serie de flujos que se van uniendo hasta formar un solo río el cual desemboca en el mar. Con esta observación se deriva el sistema de senderos en el parque como una serie de ramas que se fusionan en un gran recorrido principal el cual termina con La Ola como remate.
El proyecto se construye con tres estrategias principales: El Parque, El Paseo y La Ola. La llegada hacia el muelle permite que la vida publica sature el parque completamente. Se activa mediante una serie de caminos provenientes de múltiples destinos y convergen en un camino principal, el paseo. A la vez, el muelle comienza a transformarse y acoge distintas actividades relacionadas con el agua entregando vida al borde entre lo construido y el mar en forma de piscinas y áreas de recreación acuáticas.
La Ola se propone como una intervención puntual que nace de múltiples puntos de la ciudad, el climax de la actividad y la vida publica, una ola habitada en su interior como sobre y bajo ella. Un espacio público que es escalable, que se extiende por la bahía creando una serie de posibilidades y relaciones con el agua que van desde el contacto físico directo hasta la observación lejana mediante miradores.
Se concibe como un personaje fuerte en el horizonte y en línea maritima de Tampa Bay. La ola presta una serie de actividades en torno y dentro de ella, un mirador, un pabellón, una concha acústica, embarcadero, mercado, salón de banquetes, salas de exposiciones, acceso a la playa y paseos marítimos. Tal como el agua, el proyecto es flexible y abierto al cambio. El muelle va a evolucionar según la vida que se desarrolla en la ciudad.
