- Área: 200 m²
- Año: 2011
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Fotografías:Patrick López Jaimes
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El crecimiento en la ciudad de Puebla, como también sucede en las otras ciudades en México se genera a partir de los desarrollos inmobiliarios producto de la urbanización neoliberal. Estos entornos controlados o fraccionamientos, ofrecen condiciones de habitabilidad artificiales y un medio protegido (aislado) del resto de la mancha urbana. No es de extrañarse entonces que familias jóvenes se muden buscando principalmente seguridad, pero también una manera de invertir en un bien patrimonial que no pierda su valor y al contrario, después de unos años les sirva para financiar su siguiente casa aún grande y “mejor”, pero al igual que la primera, ubicada en una isla urbana con características de introversión similares. Este fenómeno, por supuesto tiene repercusiones negativas en el tejido urbano, por un lado genera asimetrías urbanas al dotar de servicios públicos, culturales, comerciales y de recreación, además de estructuras viales muy potentes, a sectores muy específicos de la ciudad. Por otro lado, al concentrarse el desarrollo en estas áreas privilegiadas se desatienden otras, creando los consecuentes desequilibrios sociales que erosionan lo mínimo común entre la ciudadanía (Kaminer, 2011).
La situación anterior describe las condiciones asociadas al territorio, sin embargo también existían particularidades para el caso. En lo operativo tomamos la decisión consciente de asociarnos (para atender a este cliente) con la oficina bogotana “NM + Arquitectos”. Esto como una forma de experimentar el trabajo colaborativo a distancia y que sirviera además como preludio para llevar a cabo futuros proyectos conjuntos on-line. Nuestra contraparte colombiana entendió de inmediato de que se trataba el proyecto y cuales eran las variables involucradas: una familia joven integrada por cuatro miembros con un poder adquisitivo alto y que deseaba una casa con un programa muy extenso. Un terreno residencial, pero con una ubicación entre medianeras y medidas reducidas (físicamente no podía alojar todos los componentes programáticos solicitados) y un fraccionamiento de alto standing con una normativa interna restrictiva. Sobra mencionar que al cliente también le preocupaba el valor del metro cuadrado de construcción, ya que no quería una “construcción cara”.
El análisis del sitio, el reconocimiento de otras fuerzas modeladoras así como la identificación de las variables, arrojaron para el terreno rectangular, la pertinencia de trabajar con un layout legible, de fácil reconocimiento y que permitiera que el proyecto fuera y se distinguiera como atemporal; así en la eventual venta por parte de los clientes no se perdería valor comercial al no sufrir la inevitable desactualización estética que otros lenguajes formales más complejos podrían provocan.
El esquema se trataba de un vacio central flanqueado por dos volúmenes (uno al frente retranqueado por normativa interna y otro atrás despegado de la colindancia por un patio) unidos por un sistema de circulaciones-puente y escaleras. Este primer partido se envió a Bogotá en donde se trabajó un poco más y vino de regreso a Puebla, adoptando una forma de trabajo estilo ping-pong; al final la vivienda unifamiliar SJ10 terminó en una construcción de 305 m².
El proceso de diseño también definió otras estrategias como la adaptación a la topografía que ayudó a mejorar los niveles de confort ambiental, se partió entonces de los dos extremos del terreno ganando espacio para orientar e iluminar las áreas más privadas de la vivienda y dejando una zona central a doble altura con un mayor control de luz. En esta sección la cubierta recoge el movimiento coloquial de los habitantes, generando un pliegue interior y haciendo además un eco de la topografía preexistente. Este vacío central a doble altura, aloja las actividades sociales por lo que se convierte en el corazón de la casa, se trata de un espacio íntimo y muy recogido al no abrirse hacia la calle pero si a dos patios laterales por los que se ventila e ilumina y que sirven para que perceptivamente se lea como un espacio más ancho.
Se buscó que los materiales para esta vivienda fueran de bajo costo, mantenimiento y con prestaciones tales que no fuera necesario el uso de acabados intermedios y finales. La paleta de acabados también se pensó para que existiera un contraste sensorial entre materiales burdos y otros más suaves, como losetas, maderas y algunos lambrines que se hicieron en concreto aparente. El resto de los muros se trabajaron con aplanados blancos que contrastan en luminosidad con los otros planos apagados.
Este proyecto, más allá de lo que logramos en término de propuesta para nuestro cliente, nos dejó el deseo de seguir trabajando en equipo aunque de una manera más eficiente y no sólo reduciendo la experiencia al simple intercambio de información vía e-mail. Estamos convencidos de que la próxima vez será necesario implementar otros recursos tecnológicos y mayor participación simultánea de ambos despachos desde las primeras fases de diseño.