- Área: 80 m²
- Año: 2009
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Fotografías:Walter G. Salcedo
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Esta pequeña vivienda, primer etapa de un proyecto originalmente pensado como una vivienda de tres dormitorios + estudio, se encuentra en la periferia de Colón, pequeña ciudad ubicada al noroeste de la provincia de Bs.As.
El solar da frente a la antigua ruta 8, hoy calle 9, una vía de transito rápido. Un monte de añosos arboles se encuentra adyacente al lote de la vivienda. Un oasis, un respiro dentro de la planicie, del territorio pampeano que el fotógrafo Gustavo Frittegotto definiera: Tierra pesada, rasa de cielos livianos y elevados, paisaje libre donde el viento galopa horizontal, rebelde y arrogante como el pampero.
Como un elemento ligero que ha recorrido largas distancias a merced del viento, por momentos arrastrado sobre el suelo y a veces cobrando altura, la cubierta, elemento principal de esta construcción, parece haber encontrado su mejor posición al depositarse entre las copas de los arboles, topándose con estas paredes de ladrillo. A la sombra de la cubierta y respondiendo a cada uno de sus pliegues se suceden los espacios: Garage/galería, estar/comedor y donde el techo asciende abruptamente para relacionar los niveles inferior y superior: el estudio/dormitorio. Una vez arriba, las perforaciones sobre la chapa nos devuelven lo que pasa ahí mismo: el follaje, las copas de los árboles. La materialidad y la morfología general de la vivienda se encuentran en gran medida inspiradas por los clásicos chalets que predominan sobre estos paisajes; utilizando los materiales en la forma tradicional pero exacerbando la condición del tejado inclinado.
La vivienda niega las visuales hacia la calle, desde y hacia el interior. Toda la vida ocurre en la galería. No hay fachada, no hay plano concreto que evidencie el límite entre lo público y lo privado. Las direcciones de los muros pervierten la línea municipal, desvirtuándola; la casa avanza hacia el frente, luego retrocede, los muros se interrumpen y dan lugar a un vano, al ingreso. En palabras del arq. Franco Santangelo: “La casa absorbe la inercia del flujo de la ruta y plasma este impacto en su volumen de ladrillo, transmitiéndolo también al disloque del tejado chapero”.
