
Este proyecto surge durante el verano del 2015, cuando el Colectivo CHOPEkE, de la mano de Paúl Pérez, un seminarista y miembro activo del grupo, visitaron a la comunidad de Santa Luisa de Marillac, ubicada en la periferia central de Ciudad Juárez. En ese momento, los miembros de dicha comunidad contaban con un espacio "indigno"—como ellos lo llamaban—para sus reuniones y actividades espirituales.