Desde tiempos inmemoriales, los humanos han construido sus refugios y viviendas utilizando madera. Poco a poco, estas estructuras se hicieron más complejas, desempeñando un papel fundamental en la arquitectura y la construcción. En la actualidad, especialmente debido a las preocupaciones relacionadas con el cambio climático y las emisiones de carbono, la madera ha ido recuperando importancia como material de construcción para el futuro, si es utilizado de manera consciente y sostenible. Sus capacidades de rendimiento estructural permiten una amplia gama de aplicaciones, desde los marcos livianos tradicionales hasta sistemas más grandes y pesados, a menudo híbridos, utilizados para construir edificios públicos, oficinas, universidades y otros proyectos a gran escala, donde se necesite cubrir grandes luces largas y muros altos.