"Necesitamos un nuevo contrato espacial". Esta es la convocatoria Hashim Sarkis, comisario de la Bienal de Venecia 2021, como una invitación a los arquitectos para imaginar nuevos espacios en los que podamos vivir juntos. Entre un movimiento de éxodo urbano y la crisis global de la vivienda, el crecimiento de desarrollos más densos y edificios de poca altura pueden proporcionar una respuesta. Alejándose de las viviendas unifamiliares en áreas rurales y suburbios, los proyectos de vivienda moderna están explorando cada vez más nuevos modelos de vida compartida en la naturaleza.
Al diseñar y especificar la envolvente de un edificio, se deben considerar una serie de factores: costo, apariencia, aislamiento térmico y acústico, dimensiones, materiales, facilidad de construcción, necesidad de mantenimiento, y muchos otros temas importantes. Pero existe un elemento que generalmente pasa desapercibido, y que terminamos abordando solo cuando ocurre una tragedia: nos referimos al comportamiento de los materiales en caso de incendio. Más que depender de aparatos de control de incendios o de brigadas de emergencia, la idea de crear seguridad contra incendios se basa en la filosofía primordial de que el edificio, por sí mismo, debe estar diseñado para permitir la extinción del fuego y autoprotegerse para evitar su propagación.
¿Cuantas veces nos hemos encontrado con el desafío de proyectar un centro cultural? seguro que muchas. Pero no te preocupes que también muchos arquitectos alguna vez en su carrera profesional tuvieron que enfrentarse a este programa promotor del encuentro y de la cultura.
Entre los proyectos publicados en nuestro sitio encontramos numerosos ejemplos que evidencian diversas respuestas, desde más flexibles que permiten diferentes configuraciones a más abiertos que priorizan difundir el interior para invitar a los ciudadanos a participar de las actividades. Revisa una serie de 50 ejemplos en planta y sección, a continuación.
Fachadas de doble piel: nombre casi autoexplicativo para sistemas de fachadas que se componen de dos capas, generalmente de vidrio, donde el aire fluye a través de la cavidad intermedia. Este espacio –que puede variar de entre 20 cm hasta algunos metros– actúa como aislamiento frente a temperaturas extremas, vientos y ruidos, mejorando la eficiencia térmica del edificio en climas fríos y cálidos. Quizás uno de los ejemplos más famosos de fachadas de este tipo es el edificio '30 St Mary Axe' de Foster+Partners, más conocido como "The Gherkin".
El flujo de aire a través de la cavidad puede ocurrir naturalmente, o ser impulsado mecánicamente; además, entre estas dos pieles se pueden incluir dispositivos de protección solar.