La canción del grupo británico Pink Floyd "Another Brick in The Wall" hace una crítica directa a un sistema educativo alienante y desmotivador. Las personas, o los niños, son retratados como ladrillos, por su homogeneidad, ya sea en la forma de vivir o de pensar en una sociedad poco acostumbrada a manifestarse. Los ladrillos funcionan muy bien en esta comparación, habiendo cambiado muy poco su forma rectangular tradicional a lo largo de la historia y en todo el mundo. Pero esto no es cierto si analizamos sus colores. Aunque estamos acostumbrados a referirnos al rojo cuando hablamos de ladrillos, existen infinitas posibilidades de tonalidades, dependiendo de la composición y el proceso de fabricación de las piezas.