Las ciudades en las que vivimos hoy se han construido sobre principios diseñados hace décadas. A lo largo de la historia, las ciudades han sido catalizadores del crecimiento económico, sirviendo como puntos focales para las empresas y la migración. Sin embargo, en la última década, particularmente durante los últimos años, el mundo ha sido testigo de drásticas reconfiguraciones en la forma en que las sociedades trabajan, viven y se desplazan al trabajo.
En el tejido urbano actual se destacan dos patrones demográficos: urbanización rápida y grandes poblaciones de jóvenes. Las ciudades, aunque están creciendo en escala, de hecho se han vuelto más jóvenes, con casi cuatro mil millones de la población mundial menor de 30 años viviendo en áreas urbanas, y para 2030, ONU-Hábitat espera que el 60% de la población urbana tenga menos de 18 años. Entonces, cuando se trata de planificación urbana y el futuro de las ciudades, es evidente que los jóvenes deben ser parte de la conversación.