La posibilidad de tomar fotografías aéreas permite dar a conocer cuestiones de los proyectos que, a menudo, son complejas de captar o representar mediante métodos convencionales. A partir de las oportunidades tecnológicas que ofrecen los pequeños vehículos aéreos no tripulados (UAV), comúnmente llamados drones, los fotógrafos de arquitectura han comenzado a explorar nuevas formas de mostrar las obras que permitan comunicar decisiones arquitectónicas respecto a cuestiones como la implantación, el diálogo con el entorno o la relación con los edificios próximos.
El 28 de junio, durante la inauguración oficial de la Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo BEAU 2021 en el Pabellón Mies van der Rohe en Barcelona, se anunciaron a los ganadores de la convocatoria 'Panorama de Obras de Arquitectura y Urbanismo'. De entre las 581 propuestas presentadas, 100 proyectos fueron seleccionados, 70 han sido finalistas, y ahora 20 terminaron siendo premiados como lo más relevante de la arquitectura y el urbanismo español de los últimos tres años.
"Aquí en el trópico, es la sombra que refresca la que reúne y al contrario de la estufa, ella está por doquier", comenta Bruno Stagno sobre una arquitectura para el trópico. En este sentido, ¿cómo Costa Rica estuvo 'construyendo' su sombra a lo largo de los años?
Poco antes de la Primera Guerra Mundial, Harry Brearley (1871-1948), que trabajaba como obrero metalúrgico desde los 12 años, desarrolló el primer acero inoxidable. Buscando resolver un problema de desgaste en las paredes internas de las armas del ejército británico, terminó obteniendo una aleación de metal resistente a la corrosión, agregando cromo al hierro fundido. La invención encontró aplicaciones en casi todos los sectores de la industria, como en la producción de cubiertos, equipos de salud, cocina, industria automotriz, entre muchos otros, reemplazando materiales tradicionales como el acero al carbono, el cobre e incluso el aluminio. En la construcción civil esto no fue diferente y pronto se incorporó acero inoxidable a los edificios.
Con la mayor parte del mundo viviendo en ciudades y pueblos en crecimiento, las personas tienden a pasar la mayor parte de su tiempo en espacios interiores. Cuando no estamos en casa, estamos trabajando, aprendiendo o incluso participando en actividades de esparcimiento en entornos cerrados. Sumando todo, pasamos el 90% de nuestro tiempo en el interior. Por lo tanto, es esencial garantizar una calidad ambiental interior cómoda, productiva y saludable, siguiendo parámetros bien regulados y prácticas de diseño que consideren la temperatura, la iluminación, la contaminación acústica, la ventilación adecuada y la calidad del aire que respiramos. Esto último es especialmente importante, ya que, al contrario de lo que podríamos pensar, la contaminación del aire es mucho mayor en interiores que en exteriores.
Los seres humanos han utilizado espejos desde el año 600 a.C., empleando obsidiana altamente pulida como superficie reflectante básica. Con el tiempo, se empezaron a utilizar pequeñas piezas de oro, plata y aluminio de manera similar, tanto por sus propiedades reflectantes como por sus cualidades decorativas. En el siglo I d.C., las personas ya habían empezado a usar el vidrio para fabricar espejos, pero fue solo durante el Renacimiento europeo que los fabricantes venecianos comenzaron a fabricar espejos aplicando respaldos metálicos a las láminas de vidrio, siendo el método más común de fabricación de espejos en la actualidad. Desde entonces, los espejos han seguido desempeñando un papel decorativo y funcional en la arquitectura, al servicio de una estética limpia y moderna a pesar de sus orígenes antiguos. A continuación, investigamos cómo se fabrican los espejos, recorremos una breve historia de su aplicación en la arquitectura y presentamos algunos consejos para los arquitectos que buscan incorporarlos en sus diseños.
https://www.archdaily.mx/mx/942172/espejos-en-la-arquitectura-posibilidades-del-espacio-reflejadoLilly Cao