Torres Blancas es un ícono de la arquitectura organicista en España. Diseñado por Francisco Javier Sáenz de Oiza y terminado en 1969, esta torre fue una de las estructuras de hormigón más complicadas e innovadoras de la época, a falta de las cualidades típicas rectilíneas asociadas con el material hormigón in situ. Con el objetivo de otorgarle expresividad a la obra desde sus fachadas, el método estructural de pilares y vigas asociado al movimiento moderno, es reemplazado por muros portantes, "donde nada tiene que ver con el planeamiento resistente del rascacielos, donde los muros no pesan", como comentaría Francisco de Inza en 1968.
Encargado por el Grupo Huarte —con el cual ya venía trabajando desde la Sala de Exposiciones Hisa—, el proyecto tal como lo conocemos debe su nombre a dos anécdotas: el edificio originalmente sería el primero de un par de torres de uso mixto en el distrito madrileño de Chamartín; y segundo, la fachada inicialmente iba a ser revestida de mármol blanco.