Cementerios llenos de nombres que han sido olvidados por mucho tiempo, placas grabadas con retratos que ignoras en tu trote matutino, monumentos con frisos que representan los triunfos de la guerra; todos estos son ejemplos de arquitectura memorial, que alguna vez tuvo un significado emocional intenso para ciertos individuos o grupos de personas, pero ahora se han convertido gradualmente en atracciones turísticas o sitios anacrónicos dentro de un cambiado paisaje.
Ha habido un cambio drástico desde la arquitectura memorial de la Segunda Guerra Mundial, desde los monumentos que se centran en nombres, héroes y patriotismo hasta símbolos abstractos de duelo y pérdida. ¿Cómo afectara este cambio de diseño de memoriales a la forma en que los experimentamos en el presente y, lo que es más importante, en el futuro? Cuando las generaciones pasen y el evento memorizado se vuelva casi olvidado, ¿cómo experimentaremos y recordaremos?