
Probando los límites de la viabilidad estructural y el modelado computarizado, el Pabellón Komorebi de 2017 utilizó láminas delgadas de tereftalato de polietileno (PETG) de una manera única para desarrollar un cerramiento etéreo y autosuficiente. El pabellón es el resultado de una colaboración entre estudiantes de arquitectura de la Escuela de Graduados de Diseño de Harvard (GSD) e investigadores de ingeniería en la Universidad de Tokio.