Formas geométricas, paredes de hormigón armado expuesto, instalaciones eléctricas expuestas, grandes ventanas que priorizan la luz natural y la ventilación, jardines que aprecian las plantas indígenas. Los primeros edificios del arquitecto mexicano Juan O'Gorman, construidos entre 1929 y 1932, traen una estética que se puede ver hoy en día, pero en realidad son la expresión pura de una de las corrientes del movimiento modernista del siglo XX, el funcionalismo.
Monique Portela
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