Eileen Gray, Le Corbusier y la Casa E-1027: una historia de arquitectura y escándalos

Este artículo fue publicado originalmente en Metropolis Magazine como The Sordid Saga of Eileen Gray’s Iconic E-1027 House (La sórdida historia de la icónica Casa E-1027 de Eileen Gray).

Es justo decir que la Casa E-1027 no ha tenido una vida particularmente de ensueños: sobrevivió las profanaciones de Le Corbusier, las balas del ejército nazi, las orgías con drogas de Peter Kägi y su total abandono. Sin embargo, su futuro se ve más optimista: Cap Moderne —la organización que se ha dedicado a rehabilitar el edificio para convertirse en destino cultural— ha iniciado una campaña de financiamiento colectivo para continuar con la restauración del edificio.

En los últimos años, el trabajo de los conservacionistas se ha enfocado en la recreación del mobiliario diseñado originalmente por Eileen Gray y actualmente trabajan la restauración total de su comedor.

Ahora bien, cómo el comedor —y toda la casa— perdió sus muebles es una larga historia con muchos giros.

© Manuel Bougot

La casa tuvo un origen optimista e idealista. "Uno debe construir para el ser humano, para que pueda redescubrir en la construcción arquitectónica el placer de la autorrealización en un todo que lo extiende y lo completa", escribió Gray en un número de L’Architecture Vivante en 1929. "Incluso los muebles deben perder su individualidad y mezclarse con el conjunto arquitectónico", agregó.

Esta casa —o Villa— fue pensada como un tranquilo refugio para Gray y su entonces pareja, el arquitecto, crítico y editor rumano Jean Badovici, quien ayudó en parte al diseño del proyecto.

Definido básicamente como un rectángulo blanco al borde del acantilado de la comuna francesa de Cap-Martin, la villa es claramente un edificio del movimiento moderno. Adopta ciertos aspectos de los cinco puntos de la nueva arquitectura —pilares de hormigón, planta libre, cubierta ajardinada, la ventana original y la fachada "libre"— propuestos por Le Corbusier en el libro Une Architecture (1923).

Mientras tanto, a pesar del llamado de Corbusier a adoptar la apertura tanto adentro como afuera de cada proyecto, la privacidad es uno de los objetivos principales de E-1027. En el exterior, las ventanas de cielo a piso y abiertas al Mar Mediterráneo entregan luz natural y amplias vistas, pero también incluyen persianas y dos franjas de lienzos que protegen al interior de la casa, bloqueando la luz natural y enmarcando la privilegiada vista de la costa.

© Manuel Bougot

En su interior, la casa se abstiene de usar la planta libre como esquema. Sus espacios interiores no se revelan inmediatamente: las habitaciones son espacios privados a la espera de ser descubiertos. Por ejemplo, entrar a la habitación o a la sala de estar, requiere caminar en torno a una serie de esquinas. Además, dado el compacto espacio de la vivienda (130 metros cuadrados) y la amplia cantidad de habitaciones, Gray fue meticulosamente eficiente con el espacio. Tales condiciones llevan a innovadoras soluciones alternativas: los closets se abren para convertirse en muros, el sofá de la sala de estar se convierte en una cama y toda una serie de armarios y otros muebles a medida están encajados o intrínsecamente en sintonía con el resto de la casa.

El mejor ejemplo de esta creatividad es la Mesa E-1027: diseñada originalmente para la hermana de Gray para que desayunara en cama sin dejar migas de pan en las sábanas, es una pieza maestra del mobiliario diseñado en el movimiento moderno. La mesa consiste en dos tubos circulares de acero cuya base abierta gira en torno a un pilar, mientras la altura de la mesa se ajusta permitiendo que quede a la altura de la cama.

A pesar de todo esto, el reconocimiento al trabajo de Gray recién llegaría en 1967 con un ensayo escrito por Joseph Rykwert. Hasta ese entonces, el mérito había sido adjudicado completamente a Badovici e incluso a Le Corbusier.

© Manuel Bougot

De hecho, Le Corbusier fue un gran amigo de Badovici y estaba obsesionado con la E-1027. Luego que Gray y Badovici finalizaran su relación en 1932, el arquitecto rumano se quedó con la casa y alojaba a menudo con su esposa. Contra toda voluntad de Gray, Le Corbusier pintó murales dentro de la casa, con la venia de Badovici. Asimismo, el arquitecto franco-suizo incluso intentó comprar la casa, pero falló, por lo que optó por comprar una propiedad cercana donde construyó una pequeña cabaña: la Cabanon de vacances.

La degradación de la E-1027 continuó durante la Segunda Guerra Mundial cuando soldados del ejército nazi practicaron su puntería en los muros de la casa. La muerte simbólica dio paso a muertes reales: el 27 de agosto de 1965 el cuerpo de Le Corbusier apareció en esa misma costa, tras morir ahogado mientras nadaba (a pesar de la restricción impuesta por su médico). Después de eso, la casa y el área circundante fueron declarados "Sitio Moderno" debido a su importancia internacional. Sin embargo, la declaratoria no detuvo la decadencia de la villa.

Sumemos muertes en la lista: en 1980 Marie-Louise Schelbert, entonces propietaria de la E-1027, fue encontrada muerta en su departamento en Zúrich, Suiza. Tres días antes de su muerte, su doctor Peter Kägi secretamente había robado el mobiliario original y lo había rematado en Zúrich. Cuando Schelbert murió, Kägi heredó la casa y lo utilizó para organizar orgías con drogas incluidas. En 1996 todo llegó a su fin cuando el propio Kägi fue asesinado en la sala de estar.

Ahora, finalmente, la vivienda está siendo cuidada como corresponde: en 1999, la villa fue comprada por la organización Conservatoire du littoral y desde ese entonces ha pasado por diversas remodelaciones.

La más reciente fue llevada a cabo por Cap Moderne en 2014 para administrar la villa junto a la cabaña de Le Corbusier. "Hemos tomado la decisión, que no está de moda en los cursos de conservación, de reconstruir lo que ha sido destruido [y devolverlo] a su estado en 1929", dice Tim Benton, curador de Cap Moderne y profesor de historia del arte especializado en el siglo XX.

© Manuel Bougot

Hace 12 años, la villa seguía prácticamente en ruinas, y la pared de la sala de estar estaba hecha trizas. "Casi todo ha sido, o está, o será reconstruido", agrega Benton, refiriéndose a los muebles.

En su actual campaña Cap Moderne espera reunir 50.000 dólares, junto al compromiso del gobierno francés de igualar las donaciones privadas que reciban. El dinero recolectado se destinará a remodelar el comedor de la villa, incluyendo una mesa de comedor con luz eléctrica incorporada y una tapa de corcho diseñada para proteger los platos y vasos, además de un recipiente de limones especialmente hecho para la villa (los limones Menton fueron alguna vez una especialidad regional). Adicionalmente, la asociación tiene la mente puesta en recrear la silla Non Conformist, también diseñada por Gray, y una mesa plegable dentro del comedor que se abre convirtiéndose en un bar.

"Si se considera vacía, esta es una de las 100 casas más importantes de fines del movimiento moderno", dice Benton. "Pero en su interior es uno de los cuatro interiores más importantes del movimiento moderno en todo el mundo. Es por esto que estamos haciendo de nuevo el mobiliario con las mismas herramientas, los mismos materiales y los mismos procesos que los originales", agrega.

Sobre este autor/a
Cita: Sayer, Jason. "Eileen Gray, Le Corbusier y la Casa E-1027: una historia de arquitectura y escándalos" [Eileen Gray, Le Corbusier, and the E-1027 House: A Tale of Architecture and Scandal] 26 sep 2018. ArchDaily México. (Trad. Valencia, Nicolás) Accedido el . <https://www.archdaily.mx/mx/902743/eileen-gray-le-corbusier-y-la-casa-e-1027-una-historia-de-arquitectura-y-escandalos> ISSN 0719-8914

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