En el Memorial del Holocausto Judío para la comunidad Ashkenazi de México, el ganador del primer lugar del concurso de ideas, Arquitectura en Movimiento materializa este espacio de recuerdo como un lugar sereno, de tranquilidad y lleno de simbolismo, evocando de manera positiva un homenaje al evento más significativo del pueblo judío. Todos los detalles del proyecto, a continuación.
Descripción de los Arquitectos:
Siendo éste un proyecto de carácter privado en el que se cumplen necesidades especificas, decidimos tomar en cuenta a los miembros de la comunidad Ashkenazi y tener algunas pláticas con los que serán los usuarios del memorial, bajo nuestro cuestionamiento respecto a cuál es el sentimiento que quieren generar con este monumento, decidimos concebir este proyecto con la firme idea de generar al visitante un sentimiento positivo, cambiar la emoción y no ver más el evento como algo doloroso, porque si es verdad que el memorial es una pieza cuya finalidad es no olvidar y la remembranza a uno de los hechos más significativos para la comunidad judía mundial también lo es que el nombre en hebreo de un panteón es (Beth ha Jaim), su significado es: La casa de la vida y siendo este el lugar en donde vamos a descansar todos los judíos, queremos un lugar de paz, tranquilidad y esperanza en el que habremos de seguir vivos como comunidad perpetuando nuestra raza y religión.
Después de la muerte, en el que se revele que cuando llegue el mesías y revivamos, estaremos un lugar sereno.
Hablemos de un Nunca jamás pensando en que el pueblo judío está vivo, y que nunca se perderá, que tenemos una comunidad funcionando, en honor a un pueblo, El Pueblo de Israel y que se pudo lograr después de la guerra y el holocausto, que podemos pedir y actuar en un Nunca jamás con esperanza y tranquilidad.
Nuestra propuesta conceptual consiste en un espacio abierto de visita para estar con los que ya no están físicamente; retomando la costumbre religiosa de colocar una piedra sobre el sepulcro de quien se va a visitar al panteón, proponemos, colocar a manera de dunas 12 millones de piedras de caliza dolomita y lograr simbólicamente que esos 12 millones judíos vivos en el mundo hoy, hagan la visita y recuerden a la gente que murió en el holocausto, a aquellos que no tienen una tumba, que no tienen un lugar, con este monumento les damos ese lugar, les rendimos un homenaje.
Hemos girado el lavatorio en el que se realiza el ritual de purificación y limpieza de forma que hemos podido integrarlo al espacio del memorial y al panteón, la experiencia se propone a partir de un recorrido en el cual se comienza un ascenso que conduce a la parte más alta de las dunas en la que se encuentra un árbol de olivo, durante este trayecto se toma una piedra y se colocará en el muro; después se desciende y se puede continuar la visita en el panteón o retirarse.
Aunque entendemos que este es un sitio privado, queremos que la comunidad pueda visitar el monumento, incluyendo a los Cohanim porque aunque este espacio tiene una relación visual con el panteón, se encuentra perfectamente delimitado por barreras físicas y contenido únicamente en el espacio asignado para el desarrollo del proyecto.
Y nos encontraremos con:
Un espacio creado con durmientes de ferrocarril a manera de piso y cajones para contener dunas de piedra, ésta madera representa que aunque los durmientes fueron el camino hacia los campos de exterminio ya todo ha quedado atrás, debajo de los que hoy estamos vivos y que logramos no pasar por encima de esas vías, las tenemos ahí como base del recuerdo, como testigo.
Las dunas de Caliza Dolomita en referencia al Muro de los Lamentos, como simbolo de que estamos vivos y de que tenemos una capital religiosa que es Jerusalem.
Subir al olivo representa el monte de los olivos; el olivo mismo es a su vez el símbolo de la vida y del día a día de nuestras costumbres, de la fuente de donde se extrae el aceite para encender las velas del templo, de las fiestas como el Hanuka, de la menora del templo y del Shabat. En algunos puntos podremos encontrar piedra Malaquita en referencia al pueblo de Israel, como parte de los 12 millones de piedras.
Una celosía metálica oxidada en la que se encuentra la inscripción (Am Israel Jai) "El pueblo de Israel está vivo", a lo largo de esta celosía adosada al muro existente del panteón se registra la visita colocando la piedra, el óxido de este metal simboliza el fuego, la llama eterna en los corazones de todos y la esperanza.
El sistema constructivo está configurado de la siguiente manera:
Sobre una base de polines de madera se construirán “cajas” que contienen las piedras de forma tal que se vayan desvaneciendo hacia abajo. En el muro se colocará la celosía elaborada con PTR ́s adosados al muro que harán la vez de “repisas” en las que se colocarán las piedras y velas.
Hacemos una propuesta en la que no solamente contemplamos los requerimientos de materiales de poco mantenimiento si no que además la inversión no será muy grande, en la que podemos reutilizar materiales como los polines de madera.