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Arquitectos: Eagles of Architecture
- Área: 83 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Filip Dujardin
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Cuando Alison y Peter Smithson diseñaron la casa de guardado en la década de 1990 estaban elaborando una idea que expusieron por primera vez en 1958 en un artículo titulado "el futuro de los muebles". Convencidos de que la sobreabundancia de bienes de consumo pronto se convertiría en algo agobiante, diseñaron una casa con una elaborada trastienda: "El corazón del plan es un almacén de artículos grandes, con acceso directo desde el exterior, disponible para cada habitación sin pasar por otra". Puede que anticiparan el auge de la cultura de la mercancía, pero se equivocaron sobre su naturaleza. El exceso de productos no representaba una carga para la primera generación que pudo acumular un sinfín de productos. Para ellos era la imagen misma de la libertad.
Los arquitectos nunca supieron anticiparse a los cambios en la forma de vivir. La arquitectura excesiva y por tanto inolvidable arquitectura siempre fue el resultado de un juego final. Los edificios que llamamos revolucionarios son a menudo los ejemplos finales y más reveladores de un modo de vida a punto de desaparecer. Cuando los Smithsons finalmente presentaron un plan para la casa en la que debíamos enfrentarnos al mundo mercantilizado, era notablemente convencional, y buscaba la privacidad, la comodidad y la independencia, como cualquier casa familiar desde el siglo XIX. Sin embargo, algo ha cambiado en la vida de las personas a las que se dirigían Alison y Peter Smithson, una generación a la que se suele denominar babyboomers. Sus hijos se han ido de casa y muchos se mudan a viviendas más pequeñas, llevando consigo todas las cosas que les han acompañado a lo largo de su vida. Para una de estas parejas, Águilas de la Arquitectura construyó una casa diferente a las demás.
Al principio había una casa, tan convencional que podría haber sido un ejemplo de libro de texto, diseñada para normalizar las relaciones familiares dentro del hogar, una configuración para la que los propietarios ya no tenían uso. Lo que siguió apenas puede describirse como una reforma. La casa se vació hasta que sólo quedaron las paredes exteriores y el tejado, y se construyó una nueva casa por dentro, valiente y caricaturesca. Una escalera hace girar una sola columna que se levanta fuera del centro en un espacio no mayor de 7,40 por 5,60 metros. Esta columna está rodeada por un mundo de armarios que se arremolina.
El efecto no es muy diferente del número creciente de escobas que dan vueltas alrededor del pobre aprendiz de brujo en la película de Walt Disney Mickey Mouses de 1940. Después de haber encantado a la escoba para que le ayude a buscar agua, el aprendiz es incapaz de impedir que la escoba realice esta tarea una y otra vez. Al partir la escoba con un hacha, no se elimina sino que se multiplica, y el taller no tarda en inundarse. Los armarios no están entre bambalinas, como los de la casa de la puesta, sino que son el centro del escenario. Componen la casa sin organizarla ni dividirla.
Todas las películas de Mickey Mouse se basan en el motivo de salir de casa para aprender lo que es el miedo, escribió Walter Benjamin escribió en 1931. La casa que Eagles of Architecture construyó en Dendermonde deja atrás la construcción de un hogar mientras sus habitantes se enfrentan a los miedos y la intrepidez de una generación que se enfrentó al mundo de la cultura de la mercancía.
